Cuando sólo Cristina es la unidad
Por Juan Manuel Ciucci
Foto: Charo Larisgoitia
Los acercamientos desde distintos sectores a la figura de Cristina no sólo demuestran la vigencia de su figura (atacada como pocas por la reacción, y con unos cuantos propios que quisieron negarla), sino también la enorme necesidad que de su conducción tenemos. Algo que no sorprende, ya hemos debatido más de una vez respecto a la condición histórica de su conducción, que la ha puesto ya en ése reducido grupo de a quienes el Pueblo quiere. En este contexto incierto, se ha convertido además en prenda de unidad.
El frente parece finalmente encaminado, y nadie anda con ganas de quedarse validando este presente con candidaturas testimoniales que dispersen la voluntad popular, salvo los Tumini de la vida. El movimiento nacional, popular, democrático y feminista quiere gobernar el país; rajando a esta nueva Alianza que tuvo bien poco de novedoso frente a su predecerora. En tan sólo 4 años nos dejan endeudados, devaluados y con tremenda inflación. Ni a Massa, Moyano, Pérsico o Solá les puede parecer bien esto, y se nos juntan.
De este piso parte un frente que en su interior suma un conjunto de voluntades bien diversas. Tan sólo una persona encarna ese colectivo, y parece poder darle a todas/os lo que están ahora buscando. En ese sentido quien puede garantizar la unidad es solamente Cristina, pues tiene el apoyo popular necesario y una trayectoria que ubica a todos los interesados en sumarse en un segundo lugar. Todos juntos, pero acompañando. Ante esto, parece inexplicable que aún se dude de la necesidad imperiosa de que sea ella la candidata presidencial. Ciertos estrategas tienen a Perón a punto, pero preferieren guardarlo para el segundo tiempo, cosa de ahora ir más trancas. Son muchos de los que bancan que en el '73 haya asumido cuando sabía que su edad y débil salud no prometían mucho, porque era Perón, y ahora no entienden quién es Cristina. En este punto sin embargo sí coincidimos: es injusto volver a pedirle que se haga cargo de todo una vez más, ante esta crisis que atravesamos. Nos preocupa su salud, sin dudas, y sería deseable que no debiera asumir. Pero es lo que le sigue tocando hacer, merced a muchas deficiencias que hemos arrastrado.
Su presencia también garantiza el apoyo de numerosos sectores no organizados, que sí creen en ella y extrañan cada día más su mandato. Y el de una parte importantísima del feminismo popular que ha copado las calles para reclamar por sus derechos. Sumados a sectores de una autoproclamada "izquierda nacional" que por fin ha comprendido que el momento de apoyarla es ahora, y que no da lo mismo quien gane las próximas elecciones. Todas/os saben que la unidad implica sumar a unos cuantos no deseados (y se quejan poco de esto, debieran quizás hacer más bulla al respecto a fin de que esos ingresos no ganen lugares protagónicos que quieren rosquear), pero es Cristina quien garantiza una conducción acorde con las necesidades de la Patria y no de un sector o una élite.
Desde este punto de vista, quizás podría sonar hasta conservadora la propuesta de Cristina 2019, ya que consagraría una unidad tan amplia que sólo en el ejercicio del poder podremos ver sus alcances, que debería calmar a quienes no quieren agitar las aguas "por temor a definiciones que dividan". Sin embargo, es tan conservador el contexto tanto en el país y el continente como dentro del propio frente, que su candidatura sigue corriendo por izquierda a la realidad. Sólo le pedimos que regrese, cómo sea, y le ponga fin a esta pesadilla. Todes sabemos que es la única que puede hacerlo. Séamosle una mejor ayuda de lo que le venimos siendo.